lunes, 26 de febrero de 2018

Ante el espejo




Esto es lo que le está pasando a Rebeca. En el instituto ella era la más guapa, pero un día desapareció sin dejar ningún rastro. Un día me la encontré en el supermercado, y madre de dios, como había cambiado... Parecía que tenía anorexia. Entonces me acerqué junto a ella y le pregunté que cómo había adelgazado tanto. Me dijo de ir a tomar un café luego y obviamente acepté. Estábamos en una cafetería y empezó a contarme todo lo que le pasó.
Me contó que una mañana se había despertado, se empezó a tocar la barriga y notó que estaba engordando muchísimo. Así que fue al baño corriendo y se miró al espejo. Se dijo a si misma: Estoy muy gorda, tengo que empezar a adelgazar. Desde aquel día, empezó a vomitar apropósito después de cada cosa que comía. Su marido y su hijo pequeño no se dieron ni cuenta. Hasta que un día ella estaba en el baño vomitando y el marido escuchó ruidos y fue a mirar al baño porque venía de ahí, la encontró metiéndose los dedos para vomitar. Menos mal que la encontró. Le echó como una bronca, por así decirlo. Que era malo para su salud. Que debería dejar de hacerlo. Que no estaba gorda ni mucho menos. Le hizo prometer que nunca más lo hiciera. Ahora vomitaba sola.




                                                                     Alexia Ainhoa Fernández Losper 2º A

lunes, 19 de febrero de 2018

Galletas al ataque

Había una viejecita en una parada de tren. Tenía un poco de hambre. Así que fue a una máquina expendedora y echó dinero para que cayeran unas galletas. Pero, se quedaron dentro de la maquina. La mujer se enfadó y empezó a golpear la máquina. Cayeron las galletas y las guardó en su bolso. Salió al andén y se sentó junto a un joven en un banco. La viejecita se comió una galleta. Y luego el joven cogió otra galleta . La vieja se enfada y coloca las galletas donde no pueda cogerlas el joven. Pero él las coge igual. Y se come otra galleta. La vieja se enfada porque se estaba comiendo las galletas. Aún más. Le echa la bronca. Pero él no escucha nada porque está con los auriculares puestos. Entonces el joven coge la última galleta. La vieja le coge la mano que tiene la galleta e intenta cogérsela, pero no lo consigue. El joven parte la galleta a la mitad y se la da a ella. Pero ella la coge y la aplasta. Luego sube al tren. Y cuando mira el bolso, después de darle el billete al revisor, se da cuenta de que tenia sus galletas en el bolso.

                                                                                                                          David.Alonso.Mouriño

lunes, 29 de enero de 2018

Una noche de verano



Una noche de verano estaba solo en mi casa jugando a la play. De repente escuché un ruido procedente de la cocina, pero no le di importancia. Al rato se oía más fuerte. AsÍ que me dispuse a coger una barra de metal que estaba en mi habitación. y camine hacia la cocina. Y una vez allí vi una mujer vestida de negro mirando hacia la ventana. La mujer se giró hacia mí y desapareció. Alcance a mirar su rostro. Era mi bisabuela que había fallecido dos años atrás.

                                                                                                          Pedro Leiro Torres